Josefa Ugarte-Barrientos, condesa de Parcent y de la Contamina por su matrimonio con Fernando de la Cerda, fue, sin duda, la más importante escritora malagueña del siglo XIX, tanto por la abundancia de su obra escrita como por la calidad de la misma.
Nació en Málaga en 1854 en el seno de una ilustre familia local, lo que le permitió contar con una esmerada educación, como apuntan sus biógrafas María Isabel Jiménez y Amparo Quiles.
Adquirió desde muy niña una excelente formación literaria y con sólo quince años estrenó en el Teatro Principal su primera pieza dramática de carácter romántico y ambiente medieval, titulada “Margarita”. El éxito de esta obra hizo que ese mismo año 1870 escribiera otro drama, en el que volvió a demostrar sus conocimientos de historia medieval: “El cautivo”. Esta segunda obra fue representada a principios del año siguiente en el recién estrenado Teatro Cervantes.
En sus restantes piezas teatrales, como “El cruzado” y “El ramo de flores” (ambas de 1874), Josefa Ugarte reflejó la frivolidad de un sector de la aristocracia y uno de sus temas predilectos, el amor imposible que desemboca en el desengaño y la muerte de sus protagonistas.
En los años siguientes concentró su atención en la poesía, cultivando una temática moral y aleccionadora. Su obra lírica fue corta pero de una notable calidad, destacando los poemas de inspiración patriótica y las leyendas medievales en las que hacía gala de su erudición histórica. Con su poema “La conquista de Málaga” consiguió el premio de la Academia de Ciencias y Literatura del Liceo en 1872. También obtuvo otros galardones en certámenes literarios nacionales y extranjeros.
En 1877 fue nombrada socia de la Academia Cervantina Española de Vitoria. Los beneficios por la representación y venta de sus obras los dedicó a actividades caritativas, ayudando a los pobres, a los heridos en la guerra carlista y a las monjas exclaustradas.