Área de identidad
Tipo de entidad
Persona
Forma autorizada del nombre
Alcalá-Zamora, Niceto (1877-1949)
Forma(s) paralela(s) de nombre
Forma(s) normalizada del nombre, de acuerdo a otras reglas
Otra(s) forma(s) de nombre
- Alcalá-Zamora y Torres, Niceto (1877-1949)
Identificadores de agentes
Área de descripción
Fechas de existencia
Priego de Córdoba (Córdoba, España) 1877-07-06 / Buenos Aires (Argentina) 1949-02-18
Historia
Niceto Alcalá-Zamora y Torres nació en Priego de Córdoba (Córdoba), el 6 de julio de 1877 y murió en Buenos Aires (Argentina), el 18 de febrero de 1949.
Diputado en 1905 por La Carolina (Jaén). Tras ocupar diversos cargos, como la subsecretaría de Gobernación, en 1917 y 1923 es nombrado ministro de Fomento y de la Guerra, respectivamente.
Se opuso al golpe de estado del general Miguel Primo de Rivera, de 1923 y la consiguiente dictadura militar, encuadrándose dentro de los denominados constitucionalistas, pero ligándose cada vez más a los sectores republicanos.
En julio de 1930, fundó con Miguel Maura el partido Derecha Liberal Republicana y un mes más tarde, promueve el denominado Pacto de San Sebastián (17-08-1930), para finiquitar la dictadura y el régimen monárquico, siendo elegido presidente del comité revolucionario.
Fue detenido tras el fracaso de la Sublevación de Jaca (diciembre de 1930), siendo condenado a seis meses de prisión tras el correspondiente Consejo de Guerra al que se vió sometido, pero que nunca llegó a cumplir.
Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, supusieron la victoria incontestable de las candidaturas republicanas en la mayoría de las capitales de provincia.
El comité revolucionario conmina a Alfonso XIII a abandonar el país y el día 14, se proclama la Segunda República. Alcalá-Zamora, como presidente del comité revolucionario, asume la presidencia del Consejo de Ministros del Gobierno provisional.
En agosto de 1931 la formación cambió su nombre por el de "Partido Republicano Progresista" (PRP). Se integró en la coalición electoral republicano-socialista, para las Cortes Constituyentes de 1931, pero pronto entró en colisión con sus socios ligados a la izquierda, discrepando, especialmente por la regulación constitucional de las relaciones Iglesia-Estado, causa por la que dimitió. Sin embargo, en diciembre de 1931, fue elegido presidente de la República, promovido precisamente por el gobierno republicano-socialista, dirigido por Manuel Azaña, cargo que ostentaría hasta mayo de 1936.
Durante estos años tuvo notables desencuentros tanto con los gobiernos del bienio progresista, especialmente por las leyes de Congregaciones y del Tribunal de Garantías Constitucionales, como con los pertenecientes al denominado bienio radical-cedista, especialmente con Gil-Robles, por su posterior indulgencia ante los hechos de la Revolución de Asturias y la proclamación del Estado Catalán, en octubre de 1934. Las fuertes contradicciones entre las derechas gobernantes, con proyectos políticos dispares, algunos de ellos situados fuera del marco político establecido, forzaron la convocatoria de nuevas elecciones, en febrero de 1936. Las nuevas Cortes, con un 60 por ciento de diputados ligados al Frente Popular, destituyeron a Alcalá-Zamora como jefe del Estado, el 7 de abril de 1936.